viernes, 28 de septiembre de 2007

Ya es campaña en el Corte Inglés

Hay gente que dice que ya ha empezado la campaña electoral por los "regalitos" del Gobierno como si se tratase de El Corte Inglés anunciando que ya es primavera. Por favor, ¿alguien puede mantener esa idea? La campaña electoral es una chapuza que se hace un mes antes de las elecciones y por la que los partidos reciben un dinerito de todos los que contriubuimos al fisco nos guste o no (a mí no, precisamente). El resto del tiempo los partidos piden el voto con sus políticas de "regalitos" o de "contención".
Los partidos políticos se mantienen por los votos, así que nadie puede enfadarse porque los partidos busquen votos con todas sus decisiones. Toda decisión de un partido político tiene que entenderse como una decisión electoral. No hay tema o decisión que no preocupe a los votantes, por ello, toda decisión política es electoral.
El Gobierno no ha empezado ahora su "campaña", sino que lo ha hecho desde que llegó al Gobierno, que es lo suyo. Retiró las tropas de Irak para pedir el voto de los que no queríamos estar allí de la forma en que se fue (otro día comentaré mis ideas sobre aquella decisión legal, constitucional, parlamentaria e internacionalmente hablando), amplió el derecho de matrimonio a los homosexuales para pedir el voto de un grupo que cada vez goza de mayor poder, legisló sobre los malos tratos del hombre (que no de la mujer) para pedir el voto del movimiento feminista, frenó la tentativa soberanista de Ibarretxe, suavizó la de Maragall, buscó la alternativa del diálogo con el terrorismo para acabar con él, etc. Repito, toda decisión de un partido político es electoral, busca votos, ¿por qué? Porque quien les vote es porque está de acuerdo con sus decisiones.
Ya estamos en campaña, pero no por las últimas decisiones sobre dar dinero a la gente para que compre pisos, los alquile, tenga niños, etc. Sino porque nunca dejamos de estar en campaña electoral. Los partidos buscan votos ¿por qué? Porque es lo que les da de comer y porque sus decisiones y nuestros votos es lo que permite la representación y nuestro control sobre los políticos.

Jueces y políticos

Leo los periódicos de estos últimos meses y me hace gracia ver que la gente ponga el grito en el cielo por la relación entre la justicia y la política. Seamos serios. La justicia es un poder político desde la clásica división de poderes de Montesquieu, por tanto la relación es necesaria. No entraré a discutir si Montesquieu sólo era un traductor de Locque o si ya la división apareció en la Atenas clásica cuando los Tribunales populares (heliea) tenían tanto poder como la Asamblea de ciudadanos (ekklesía). Me quedo con la idea de que la justicia es un poder político.
Por tanto, si la legislación, es decir, el poder de hacer la ley está en manos de "diputados que son políticos"; la ejecución, es decir, la capacidad de llevar a cabo la ley está en manos de "ejecutivos que son políticos"; ¿por qué nos alarmamos de que la justicia, es decir, la capacidad de interpretar la legislación y de verificar su ejecución, esté en manos de "jueces que son políticos"?
Todos votamos, o mejor dicho, tenemos la posibilidad de votar cada cuatro años para elegir a nuestros diputados-políticos que hacen la ley (representación directa de los ciudadanos). Una vez elegidos, éstos eligen los ejecutivos-políticos (representación indirecta). ¿Qué ocurre con los jueces-políticos? Que los partidos políticos, según el número de escaños conseguidos, tienen la capacidad de elegir a los miembros de los órganos directivos del poder judicial. No eligen a los jueces, éstos tienen su carrera profesional dentro del sector (¿a quién representan?), sino a los que marcan las líneas de la justicia en España, ¿para qué? Para que la interpretación de la ley sea lo más cercana a la pretensión del legislador.
Jueces y políticos, esa es la definición de los jueces de hoy en día. Por un lado son jueces porque interpretan la ley y resuelven sobre ella, pero son políticos, porque la interpretación no es un mecanismo "objetivo", sino "político". Ya no podemos decir que la razón lleva al conocimiento único y objetivo, la verdad absoluta, sino a una "verdad" con mayor grado de aceptación que otras.
Es lógico por tanto, que los jueces estén vinculados a los otros poderes políticos. Nos guste o no. La independencia del poder judicial, como la separación de poderes es absurda, en tanto que el poder tiende a juntarse. Lo más que podemos exigir es un equilibrio de poderes para evitar tiranías. Ésa es la base sobre la que se asentó el pensamiento liberal democrático que tanto odian conservadores y socialistas. Si los jueces son políticos es normal que los partidos políticos luchen por controlarlos, léase que dejen en paz el Estatuto inconstitucional de Cataluña o que declaren constitucional la educación para la socialización. Es normal que los jueces y los partidos políticos salgan en portada, no podemos gritar por ello.
¿Por qué no discutir sobre el poder judicial? ¿Por qué no discutir sobre la "legitimidad" de unos señores para interpretar la ley que no han sido elegidos por el "pueblo soberano"? ¿Quiénes son los jueces? ¿Funcionarios que administran justicia o políticos que deciden el significado de las leyes? Los jueces son políticos, no gritemos tanto y hablemos más.

jueves, 27 de septiembre de 2007

A la hoguera!

Hace ya tiempo que pasó, pero la gente quería quemar a las brujas. "¡A la hoguera!" gritaban por las calles y en la plaza de las ciudades medievales. No es que fueran "brujas" de verdad, simplemente no caían bien a los demás.
La agenda política de esta semana viene marcada por la quema del retrato del monarca en Girona o más bien, porque ha dado que hablar a muchos tertulianos. Que 200 personas se reúnan en Girona y queman la imagen del Rey como protesta porque la rectora de la Universidad le haya invitado para inaugurar el curso oficial, parece un hecho "pequeño", pero se trata de un "hecho simbólico".
Lo que se debería discutir no es la posibilidad o no de 200 personas a manifestar su opinión, sino el simbolismo de su "manifestación". Cualquiera que crea en la libertad, estará de acuerdo en que todo el mundo debería ser libre para opinar, pero no estemos en un mundo libre, sino reglado y entre esas reglas hay una que prohíbe determinadas "opiniones". Este tema sólo puede llevarnos a debatir entre el "liberalismo" y el "imperio de la ley". Uno es libre de hablar o quemar imágenes, pero responsable de lo que dice y de lo que quema y si eso está tipificado como delito por el código penal, pues se cumple con él o se salta la ley.
Otra cuestión es discutir acerca de lo que "significa" quemar la imagen del rey. Según algunos, con cierto tono sarcástico, sólo era quemar un papel, pero seamos serios: 200 personas no salen a la calle a quemar un papel. Quemar la imagen del rey significa ¡a la hoguera con él! No estar de acuerdo con él o más bien, con la institución que representa. Es una forma de decir que "los independentistas catalanes no queremos la monarquía española", algo bastante obvio y que no debería dar que hablar. No me imagino a los independentistas sacando la imagen del rey en procesión y venerándola, eso sí que sería noticia.
Así que la conclusión es que 200 independentistas a los que no les gusta la monarquía lo han declarado públicamente. ¿Cómo lo han hecho? Quemando una foto para salir en los periódicos y en la televisión que es lo que vende hoy en día. ¿Qué decir a esto? Pues que se han expresado y que hay una ley que castiga esa forma de expresión. En cuanto a la monarquía, ¿por qué nadie entra a hablar de ella? ¿Qué es una monarquía parlamentaria? ¿Qué pinta la figura del Rey en el sistema político español? Ese es el tema de fondo. Sensacionalismo es recrearse en que los independentistas queman imágenes, información es discutir sobre el significado de la monarquía.

La Libertad de Expresarse

Creemos en la libertad de expresarse, pero también en la de sentirse molesto. Somos personas, somos humanos. Pensamos, hablamos y sentimos, así que no tenemos otra opción que intentar comunicarnos.

Bajo esta idea comienza su andadura The Political Times, un blog de opinión sobre la situación política actual en España cuestionando muchas de las opiniones de políticos, periodistas y reconocidos expertos en la materia que intentan demostrar su verdad. Opinión y verdad, doxa y sophia, tanto tiempo desde que Sócrates discutía con los sofistas y seguimos en las mismas.

Como dijo el maestro: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Aquí empieza The Political Times