lunes, 29 de octubre de 2007

11-M. El porqué

Imagínense que en las Azores, Aznar se niega a intervenir en Irak aludiendo a que en España hay un gran movimiento de gente en contra de la guerra: desde pacifistas hasta los que odian a los americanos, desde los que creen que en el fondo está el control del petróleo hasta los defensores de Palestina, que creen que es un aviso para ellos, desde la Iglesia Católica que rechaza la guerra al lobby que forman nuestras “estrellitas” del cine, desde los comunistas hasta los liberales… Imagínense que Aznar se da cuenta, y cuando digo Aznar, digo a los que le comían la cabeza; imagínense que se dan cuenta de que tal y como están las cosas en España, lo mejor es no ir a la guerra. Ni en apoyo a los americanos, ni como fuerza humanitaria de la ONU aprobada por el Parlamento, como fue el caso.
Imagínense que España no va a la guerra… ¿Hubiera habido un atentado de Al-Qaeda en Madrid?... No. Si España no hubiera acudido a Irak, Al-Qaeda no hubiera atentado contra España, porque sería una forma de incitarla a tomar parte en la contienda y ya se sabe que el ejército español es el más temido del mundo.
¡No me jodan! Hasta donde yo sé, Al-Qaeda es un grupo terrorista formado por Bin Laden con una sola intención, tener el control político de Oriente Próximo, no de las zonas pobres de Centroáfrica, sino donde está el poder, donde están las fuentes de energía y ya hay medios para aprovecharse de ellas. Al-Qaeda no son los hermanitos de la caridad, son un grupo armado. Su estrategia: deshacerse de Occidente.
El vínculo religioso es importante, pero como vínculo, no como objetivo. No hay una yihad religiosa, una guerra santa, una lucha por el Islam, la redención ante Dios, Alah. No. Lo que hay es una lucha política. No se trata de volver a las guerras de moros y cristianos que aquí deberíamos conocer. Se trata de controlar el petróleo y el gas, la energía del futuro, el poder.
Los mismos que aceptaban que Al-Qaeda justificaba su ataque porque España intervino en la guerra de Irak, son los que ahora nos dicen que Al-Qaeda no tenía nada que ver con Irak. ¡Por Dios… y nunca mejor dicho! Decían que Al-Qaeda atentaba para que hubiera un cambio de política en España y nos fuéramos de Irak, cosa que sucedió, pero ahora dicen que Al-Qaeda no tenía nada que ver con Irak. Sólo el capricho de los EE.UU. A ver si nos aclaramos, que ni la política acepta tanta contrasentido.
Si Al-Qaeda no tenía nada que ver con Irak, ¿por qué atentó? Claro, es que la Guerra no fue la causa, pero precipitó las cosas, nos dicen. No es demostrable y por tanto, que se lo crea quien se lo quiera creer y el que no quiera, que no se lo crea.
A Al-Qaeda se la suda lo que haga España. No somos una superpotencia como en el s. XVIII, sino un satélite de otros países y negarlo es cerrar los ojos a la evidencia. Madrid, España, Europa son Occiente, por tanto, un objetivo estratégico de Al-Qaeda. Entrar en la guerra o no, no provocó el ataque y mucho menos lo justificó… El ataque hubiera sucedido de cualquier forma porque Al-Qaeda está organizándose en Europa y aquí en España hemos pasado de ellos. ¿Y si se hubiera producido un atentado en Polonia? Ah, mejor porque no nos ha tocado, ojos que no ven, corazón de Rovira en Perpiñán… ¿Y si hubiera habido un atentado para incitar a España a entrar en la guerra? Que entren a atacar y movilizamos a los musulmanes diciendo que es una guerra de religión. Marruecos tiene ganas y entre sus proyectos políticos están Ceuta, Melilla y las Canarias.
Pero los hechos son los hechos. España entró en la Guerra de Irak. Al-Qaeda atentó. España se fue de Irak. Después, España junto a Irán, comenzaron la andadura de la Alianza de Civilizaciones.
La pregunta sigue ahí: ¿por qué atentó Al-Qaeda en Atocha?

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