martes, 9 de octubre de 2007

Lenguas en conflicto


Llevo dos horas en un bosque precioso en el que parece pararse el tiempo. Paseando por un sendero al lado del río y escuchando el dulce rumor del agua y el volar de alguna que otra libélula que pasa por la orilla. Y aunque llevo dos horas, ni las rocas, ni la tierra, ni el mar se ha puesto a hablar en gallego, castellano, inglés, alemán, catalán, vasco, gaélico o chino ¿por qué? Porque la tierra no tiene idioma. Ya está bien de tanto capricho por dotar de idioma a un pedazo de tierra. No existen las lenguas propias, sino las apropiadas. Las lenguas pertenecen a las personas, lo siento por los territorialistas, pero el precioso río y las rocas con musgo que acompañan el paisaje no hablan en gallego ni en gaélico. Las lenguas pertenecen a las personas y éstas deciden apropiarse de unas u otras según les parezca. La sociedad sólo tiene que permitir que cada uno se exprese a su manera.

Lo siento, pero me niego al totalitarismo de la lengua propia... una lengua, una cultura, una historia, una nación, un Estado ¡Gilipolleces todas! Lenguas muchas, culturas más y cada uno la suya, la historia desde distintas perspectivas, y la nación y el Estado fueron dos ideas que a partir del siglo XVI desarrollaron la política en Europa, pero sólo son dos palabras.

¡Qué precioso el paisaje y qué humano intentar joderlo diciendo que tiene una lengua propia!



Los territorios no tienen "propiedad", sólo las personas.

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