No falta quien la ha llamado ultraconservadora, neocon, ultraderechista, retrógada, tradicionalista, religiosa al servicio de las órdenes de un Dios Todopoderoso… “¡Cuidado que vienen los “ultraconservadores”! ¡Todos a sus micrófonos!”… Pero nadie ha dicho: ¡Bien, por ser libre para expresarte! Hay a quien le han jodido sus palabras porque no piensa de la misma forma; hay a quien le han gustado porque están de acuerdo con ella, que el uso de embriones para la ciencia no es humano, ético; y hay quien como yo, se alegra de que si una persona ve “inmoral” que se trabaje con embriones para conseguir resultados científicos, lo declare públicamente y lo lleve a los tribunales, donde se resuelven las disputas políticas en democracia.
No entiendo como los defensores de la progresía han sido los primeros en intentar callar sus palabras y desvirtuar su mensaje, incluso de reírse por la forma en explicarse de la señora y sobre todo, que no importen sus palabras, sino que es una “ultraconservadora”, uh, uh, uh. No han tardado en asimilar a Carmen Areoso con la antiabortista Red Madre y el derechista Foro Español de
¿Es que acaso la izquierda no tiene una opinión? Acaso ahora la derecha tiene ideas y la izquierda sólo hace barullo y tiene que callarlas. Los argumentos se combaten con argumentos, no con eso de que vienen los ultraconservadores. Si tienen ideas que las expliquen. Ella las tiene muy claras. Todo embrión es una vida y la vida no se puede subordinar a la ciencia. Por muy bonitos que sean los fines de la ciencia, que hoy nos dicen que es para paliar enfermedades como el Parkinson, como nos recordó a todos la esposa de Reagan cuando a éste le llegó la enfermedad; hay que recordar que la ciencia también fue la excusa de los secuaces de Hitler. El fin no justifica los medios. El bien de la ciencia no está por encima de los medios que las personas consideremos ético.
“¡Ole los cojones de Carmen Areoso! ¡Ole!”
Ahora bien. No estoy de acuerdo con ella. Quiero que se pronuncie, que hable, no es más social una política abortista que una antiabortista, son iguales: leyes. En España hay una ley que fija lo que es el uso científico de un “preembrión” y lo que son los “derechos” de los embriones. Si la ciencia está trabajando bajo la ley, adelante; si no lo está haciendo que pague por ello. Lo mismo opino del aborto. Hay una ley. Si se cumple, bien, si no, que se castigue. No es más social que un psicólogo porque le de la gana firme un papel para que alguien pueda abortar, que reprimir a los psicólogos firmar ese papel. Hay una ley y hay que cumplirla.
Y por cierto, la eutanasia va por el mismo camino. Si se aprueba una ley será muy estricta. No porque un psicólogo firme un papel, vamos a matar a alguien. Se trata de ética, no de que la gente grita cuando se tocan las tradiciones.
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