viernes, 30 de noviembre de 2007

Política lingüística

“Non é necesario ser galego para escribiren os versos máis bonitos que un poda escoitar. Recordo unha rapaza á beira dun río cantando unha canción, mais non sei en que lingua cantaba… Só sei que era a lingua máis fermosa que oín. Non se llo preguntei tampouco, soamente disfrutei da súa voz.”
La voz, la lengua en que cada uno se expresa, no puede marcar nuestras diferencias hasta el punto de separarnos. Lástima que así sea.
Hubo un tiempo en el que Franco prohibió las lenguas. Él que había nacido en Ferrol, el Ferrol del Caudillo como gustó llamarse a la gloria del Generalísimo. Él dijo que no había más idioma que el español. Uno, grande y libre como la patria común. Ahora son otros los que siguen sus pasos. Han cambiado el español por el gallego y no han nacido muy lejos de donde nació aquel caudillo. Quieren una lengua, una. Una lengua grande, que sirve para todo, que sea la mejor, que se arrodillen ante ella las demás. Es la lengua con mayúsculas. Y es libre porque nos traerá la libertad de la que nunca gozó. Sueños románticos de un pobre nacionalismo para hacer de una preciosa lengua el barro con el que construir un Nazón, la de Breogán, sea quien sea. Y triste es ver que no se dan cuenta de sus propias pretensiones.
Soy pluralista. Ya lo he dicho en algún comentario. Rechazo la imposición de una única lengua y tengo claro cual es mi política lingüística: facilitar la comunicación entre todos.
Llaman normalización lingüística a lo que no es normal. Usan el gallego para crear su identidad, arrollando con todo lo que el gallego ha conseguido sin ellos. Dicen que ahora lo hablan menos niños, pero no dicen que ahora hay menos niños que antes. Dicen que el gallego se nos muere y la culpa es de los que no lo hablamos. Acabemos con ellos antes de que acaben con el gallego.
Admiro a Alfonso X, Rosalía y Castelao, entre otros muchos. No porque me odiaban por no hablar siempre en gallego, sino por las palabras que nos dejaron. Y doy gracias por poder entenderlas. Las lenguas sirven para comunicarnos y estaré para defenderlas, pero que no me pidan que luche por matar otras.
Me dicen que el bilingüísmo no es posible, que siempre hay una lengua preferida y yo pregunto qué tiene de malo. Conozco gente que sabe hablar cinco idiomas y por eso no deja de hablar el que más le gusta. Me dicen que no entiendo nada, que la lengua es cultura, que la lengua lo es todo. Y yo pregunto por qué ofenden a los que han nacido sin habla. Creo una vez más en las personas y sé que la lengua sirve para comunicarnos. Conozco a gente que se habla con las manos porque no puede hacerlo de otra forma y es capaz de explicarse. Los admiro. No me digan que ellos no son cultos, que les falta identidad o que no entienden nada.

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