viernes, 30 de noviembre de 2007

Mi padrenuestro

Ya para acabar con la trilogía de la religión, permítanme volver a ser cristiano por un momento…

Escúchame Padre estés donde estés, pues no te veo con mis ojos pero sí con los del corazón, pues quizás simplemente quiero creer que existes y así hablar con alguien y que mis palabras sean escuchadas.

Escúchame Padre porque sé que lo harás, pues sólo tú eres Santo, sólo tú señor, como les gusta decir a los que se suben a los altares. Yo jamás lo he sido y mi condición de humano no me lo permite. Ser santo es actuar bien y yo a veces peco, sabiéndolo y sin saber. No siempre actúo bien. Sé que he hecho daño a mucha gente, pero no he podido evitarlo. Yo no soy santo. A lo mejor tú que no estás aquí sí puedes serlo. Dicen que bajaste del cielo y naciste como Jesús y fuiste santo. Yo no lo sé. No te vi, pero me han contado que es posible ser bueno y a lo mejor con eso me basta. Es posible. Ojalá lo sea. Por eso quiero que algún día sea posible. Saber lo que es bueno y lo que es malo y que ese “reino” que nos prometiste, ése en que juzgaríamos sabiamente lo bueno y lo malo, que venga aquí, que se haga realidad entre nosotros. Lo llamo ética y las personas discutimos sobre ella. Las personas, tu reino. Ésa fue tu voluntad según me parece.

El pan nuestro de cada día… el pan que le diste a tus amigos, ese del que unos dicen tomad y comed todos de él… el pan, la amistad, la relación con los demás, el amor… no permitas que nos olvidemos del amor, lo que nos une. No permitas que sólo nos centremos en lo que nos distingue… y aún a sabiendas de que sólo nosotros buscaremos la unión o la distancia, quiero que me lo recuerdes.

Yo soy pecador, me confundo, no siempre actúo bien y no me alegro por ello. Pero lo hago. Otros lo hacen conmigo. Si me doy cuenta a veces pido perdón, otras no porque no tengo tiempo… o ganas, que es lo peor. Cuando otros lo hacen a veces piden que les perdone… Perdón… Una palabra tan pequeña y tan difícil de pronunciar. No siempre perdono. Quisiera saber perdonar, pero todavía no sé lo que significa. Quisiera que me perdonasen, pero cómo pedir perdón si yo no siempre soy capaz de perdonar. Pero quiero. Quiero perdonar y ser perdonado. Quiero admitir que puedo confundirme, que puedo ofender, que puedo pecar… Y desde el arrepentimiento de cuando actúo mal, quiero pedir perdón, que tengan piedad de mí. Y así como lo quiero para mí y para los demás, también lo quiero de ti, Padre. Quiero pedirte perdón y que me sepas perdonar.

Soy débil. A veces caigo en lo que no debo hacer. Y así como te pedí que por favor me ayudes a recordar el amor que nos une, también te pido que me ayudes a recordar que soy débil y que tengo que saber elegir mi camino. Pero soy débil y el mal está muy cerca del bien. Por eso te pido ayuda, Padre. Cuando tenga dudas, hablaré contigo… Cuando quieras hablar con alguien, aquí estaré.

Uno de tus hijos. Tú ya sabes quién. Me fui de casa, a lo mejor porque sabía que la puerta estaría abierta si algún día regresaba.

No hay comentarios: