Este ejercicio tiene una trampa escondida como todo truco de magia. No demuestra nada. Parte de la premisa de la identidad partidista y la conclusión no es que te identificas con un determinado partido, sino que “te identificas” con un partido. La conclusión es la misma que la premisa. La identidad partidista es una cosa y derecha e izquierda es otra. Puedes identificarte con un partido, pero eso no significa que existan la derecha y la izquierda.
Derecha e izquierda son dos palabras por las que la gente intenta definirse políticamente porque es lo normal, lo que se hace, lo que se suele hacer y como está montada la política. ¿Podría ser de otra forma? Por supuesto. Los nacionalistas lo hacen. Nacionalista o no nacionalista. Del “
Derecha e izquierda son identidades por las que la mayoría de la gente se define políticamente y es capaz de entender la política, el juego del poder. Sin embargo, derecha e izquierda no son posiciones en un continuo y si viajamos al centro ganamos las elecciones. Esa teoría no tiene mucho peso. El centro político es una identidad más. Ocupar el centro no es desplazarse en la línea, es incluir el centro dentro de otra identidad, como hizo Blair con el “nuevo laborismo” o Aznar con el “centro reformista”.
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