viernes, 30 de noviembre de 2007

La Ciudad de la Cultura. Entre sueños y pesadillas

Si Valencia tiene su ciudad de las artes y las ciencias, ¿por qué Santiago no pude tener su ciudad de la cultura?
Uno de los temas que más preocupan a la opinión pública en Galicia, que no a la gente, es la construcción de la ciudad de la cultura. Llena un montón de periódicos, todo el mundo quiere opinar y se puede estar a favor y en contra al mismo tiempo. Es un tema perfecto para la política.
Mi opinión: ¡Sí a la ciudad de la cultura! El problema es que ni es ciudad, ni es cultura. Lo que se está haciendo y se hizo es una chapuza política. Lo único bueno fue contratar a un gran arquitecto, al que ahora quieren llenarlo de mierda. Lo malo es cómo se le contrató.
Quiero una ciudad de la cultura. Ahora bien, Santiago no es Valencia. Allí hicieron la ciudad de las artes y las ciencias dentro de la ciudad, para que todo el mundo pudiera ir hasta allí; en Santiago, la ciudad se hace fuera, en el monte Gaiás para que sea más difícil ir hasta allí. A lo mejor dentro de setenta años, queda dentro de la ciudad. Estos visionarios.
Segundo. Hay quien compara la ciudad con la catedral. Por favor no me hagan reír. La historia de la catedral y el camino de Santiago significa siglos de historia y cultura europea. La ciudad todavía ni existe. No son comparables. Y dudo mucho que la ciudad de la cultura pueda llegar a ser ni la mitad de importante para Santiago como lo ha sido su catedral.
Tercero. Dicen que la ciudad de la cultura comenzó como un sueño. El panteón de Fraga que decía la oposición. Pero un sueño roto porque sólo contó con unos pocos soñadores. De ser el sueño de muchos más, seguro que le hubiera ido mejor. No se puede soñar en alto teniendo la mayoría, sino teniendo la unanimidad. Ahora el sueño lo cogieron otros, los que renegaban de él, pero que han visto que lo pueden utilizar a su antojo. La ciudad de la cultura se ha convertido en la ciudad de la política. No se trata de cultura, sino de culturizar. No se trata de un espacio donde recrearse, sino donde aprender la cultura de nuestros amos. No diré el nombre de la cultura gallega en vano, etc.
Cuarto. Quiero una ciudad de la cultura o más bien quiero cultura en la ciudad. Lo que no quiero es que se repita la política del pasado. Donde los que gobiernan cobran por gobernar y los de la oposición por oponerse. Quiero ideas y proyectos. Ya que se va a construir un coloso en el monte Gaiás quiero que tenga sentido.
En fin. Se puede estar a favor y en contra y no pasa nada. Bueno sí. El dinero de un lado al otro.

P.D. Ah, por cierto. La gente se queja de lo que va a costar la obra, pero no se acuerda de que se la vendieron diciendo que iba a crear puestos de trabajo. El dinero se va en la construcción y hay gente trabajando. ¡Qué bueno es el gobierno!

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